No es tanto el esfuerzo sino la fe. Reconozco que a mi juicio puede definirlo como lo más duro que había hecho nunca, me considero una persona con cualidades físicas suficientes como para realizar tal azaña, pero garantizo que la fe lo puede todo. Llega un mometo en el que el motor que te hace seguir no es otro que la promesa que ansías cumplir, o el hálito que encuetras en los que te acompañan, siempre Caridad y Lanzada y el nombre sin duda de muchos otros.
Si Dios Quiere, no me faltarán fuerzas para repetir el año que viene, a pesar de los calambres, las uñas moradas, las rozaduras, la fiebre y el resto de cosas.. Mereció la pena.
Si Dios Quiere, no me faltarán fuerzas para repetir el año que viene, a pesar de los calambres, las uñas moradas, las rozaduras, la fiebre y el resto de cosas.. Mereció la pena.
Sobre todo para él. El campeón, galardón otorgado por todos los participantes "y si no es Carlillos, Jesús"