Son días en los que los cofrades, no hacemos otra cosa, que no sea mirar el tiempo apoyándonos en las nuevas tecnologías los más jóvenes o fiándose de cualquier modo del hombre del tiempo de la “1ª” en el caso del más longevo... lo que viene a ser una auténtica locura, y verán...
El móvil de unos cuantos asegura con dibujitos inclusive de nubes en movimiento y un sol fijo confirmando al 100% que el Martes Santo, a falta aún de siete días, las probabilidades de lluvia son mínimas, mientras el resto de páginas web, avisan de que la semana vendrá pasada por agua y en todos los casos, recomiendan utilizar paraguas (a todos los efectos contrario a cualquier cofrade) y chubasquero
Por otro lado la vecina del
tercero comenta eufórica: “Anda, te vas a librar, porque he escuchado en antena
tres, que el Domingo de Ramos en Granada no va a llover”, a la par que te
contentas por tan feliz noticia, te preguntas “¿Donde habrá mirado esta mujer
el tiempo?, es más, aún no se ha enterado después de catorce años que yo salgo
de costalera el Martes Santo”.
El vendedor ambulante observa el
cielo y la experiencia le dota de saber el estado meteorológico aunque se
sienta expectante por saberse afortunado o desgraciado bajo el techo “que Dios
quiera”. El confitero echa cuentas, de cuantas torrijas le caben a la semana
santa con lluvia y sin turismo, mirando
al mismo tiempo como las nubes juegan al escondite en días venideros a la par
que cruza los dedos y el dueño del hotel, desea saber las inclemencias del
tiempo con el fin de anteponerse a las posibles cancelaciones, pidiendo que de
aparecer la lluvia, sean en días laborables y no en festivos. (“Siempre
solidarios”).
El cabreo va creciendo a medida
que se acerca el día, y mucho más si el familiar de turno, tiene tierras, o
labra el campo, o sólo se le ocurre decir, “Niña, déjate de Semana Santa que hace
mucha falta el agua”, a lo que por "bajini" contestas “por mi como si llueve todo
el año, pero del Viernes de Dolores al Domingo de Resurrección que salga el sol
en toda Andalucía, no te digo yo…”.
La costalera que sale por primera
vez, al igual que el niño que estrena traje, lo tienen claro, el Martes Santo
no llueve de ninguna de las maneras, en el primer caso porque le ha llevado
huevos a las clarisas y según las cabañuelas, los cielos estarán parcialmente
despejados y en el segundo, su madre se lo ha garantizado (cualquiera escucha al
niño, todo el día, dale que te pego con la lluvia y la Semana Santa) y eso va a
misa.
Y es que nunca llueve a gusto de
todos, porque el padre que ha castigado al niño con no salir en la hermandad
por traer malas notas, reza en este caso, porque llueva y sirva para algo el
castigo, ya que el año pasado le ocurrió y encima el niño se bofó del tema.
El aeropuerto de Granada es para
volverse loco, aumentan las llamadas por momentos, la centralita echa humo,
pero no precisamente para reservar vuelos, aunque las cosas pinten, como para
irse a palma de Mallorca (un besito Desi), a ver cofradías, que también las hay
por esos lares.
Los abuelos, con tal de verte
feliz, recurren a refranes y
supersticiones banales, que en ningún caso coinciden con la realidad y es
entonces cuando llega el bucle de melancolía, la desesperanza y la frustración
y te agarras al pinganillo, como si de un tesoro se tratara para escuchar
acerca de un tema, sólo un tema, el tiempo.
En fin… Esperemos después de
haberle dado un toque “de humor” al artículo, que la lluvia inmisericorde escape
de esta Semana Santa 2013 y todo el mundo comience a mandar sus plegarias al
cielo, para que sea posible realizar estación de penitencia en todas y cada una
de las Hermandades.
1 comentario:
Que razon que tienes! Todas estamos mirando el tiempo y rezando para que el Martes Santo haga un sol radiante. Este año esta siendo bastante duro para muchas de nosotras y mas que nunca necesitamos ir debajo para poder rezarle y pedir a nuestra Caridad. Ojala el tiempo nos pueda acompañar este Martes Santo
Un besito enorme, sigue asi porque es un gran blog que seguimos muchas de nosotras
Noelia Cortés
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