jueves, 21 de febrero de 2013

¡TE LO PROMETÍ!

Con toda seguridad, para la gran mayoría de los cofrades comprometidos, las hermandades y todo lo que rodea a las mismas son, una forma de vida. Empiezas minimamente introduciéndose en este mundo y acabas inmersa hasta límites que nunca hubieras sospechado. Ha sido mi caso.

 
Y hoy puedo decir "ha sido...". En muchas ocasiones, dedicamos el tiempo que ociosamente podíamos dedicar a la familia, la pareja, los amigos, nuestras aficiones, claro está, que en la mayoría de los casos, dichos factores, también se encuentran en este círculo cofrade. Pero la cosa se complica cuando el trabajo, gracias a Dios, u otros motivos personales, reclaman ese espacio que hasta ahora habías dedicado a las Hermandades. En muchas ocasiones he creído que me robaba más tiempo del que debiera, hasta plantearme y dudar acerca de si tenía que esperar, continuar, descansar o abandonar. Esta última opción fue en un principio, implanteable y luego necesariamente inminente. Lo  que me dio fuerzas fue pensar que lo importante es no ver  la retirada como un fracaso, sino como un cambio momentáneo y el cual para nada cambiaría mi forma de pensar y sentir, tan solo un planteamiento de mera implicación.

A toro pasado, tengo sentimiento de añoranza, la sensación de información tardía, o incluso echo de menos círculos amistosos y afectivos que en su momento fueron importantes para mi. Pero como se suele decir, la vida da muchas vueltas, y en mi vida así ha sido...

He encontrado a la persona con la que quiero compartir el resto de mi vida, del que estoy plenamente enamorada y al que juré amor eterno a las plantas de sus titulares ( no todo lo podía elegir yo, je, je), en un bellísimo como no podía ser de otra manera, 15 de Septiembre  y digo bellísimo por todo lo que ese día fue para mi y lo que significó para nosotros. En días próximos y en el del enlance, supe lo importante de estar rodeada de gente que te quiere y entre todos no me olvidé de los míos, Lanzada y Caridad.



Ellos me han hecho amar la Semana Santa y ver cuales son las cosas buenas de esta fiesta y gracias de algún modo también a ellos hoy estoy felizmente casada, con el que ojalá pronto sea el padre de mis hijos.



¡¡¡¡¡Te lo prometí!!!!!