lunes, 14 de abril de 2014

NO SE SI SERÉ CAPAZ.

Espero, (muy nerviosa porqué no decirlo), el día de mañana; la tarde del Martes Santo.
La ropa lista con semanas de antelación y una sola preocupación... la de afrontar, esa primera vez, bajo el capillo morado, su imagen, la de Ella.
Porque este año será diferente, es diferente... se termina el ritual, el mío, el de llorarle antes de llegar al punto de reunión, el de rezarle mientras me aprendo su faz de memoria y observo cada detalle que la hace diferente en cada salida, el meterme en la oscuridad de su faldón y anudar tres claveles rojos en la séptima del costero derecho, el de coger los relevos en el mar costalero de la cuadrilla de la Caridad, ni fajaré, ni me fajarán, ni hablaré debajo de Ella, ni seré la voz de sus pasos, ni la que lleve su techo de palio rojo,a la luna roja de esta madrugada. Me sentaré en un banco y rezaré callada, en lugar de ir de un lado para el otro, por la iglesia, en un sin sentido parte de los nervios, ni me recogeré en el sitio de siempre con la gente de siempre para ver salir al Señor de la Lanzada y emocionarme antes de afrontar el reto costalero.
Será distinto, llegará el momento de formar filas, y yo avanzaré, mientras Ella se quedará y no se si seré capaz de mirar a mi izquierda, o agacharé la cabeza escondiendo el valor que aparento. Será el momento en que esté más cerca de ti, Caridad, el más dificil de contener, el más complicado de afrontar. El de saber, lo que ya se, que nací para ser tu costalera, que moriré siendo parte de tus trabajaderas, que soñaré con el milagro de poder otra vez portarte.

jueves, 10 de abril de 2014

NO VALE TODO

Que no se enfaden los carnavaleros... no todos robamos su fiesta, disfrazándonos de cofrades.
Podré o no comulgar, con la forma que cada uno tiene de entender la celebración de la Semana Santa, pero creo que tengo claro, lo que vengo a hacer el Martes Santo... estación de penitencia, ya sea con hábito nazareno, indumentaria costalera, vestido y mantilla o ropajes propios de aquel que lleva el cirial.

Y es que no todo vale... desde mi punto de vista, y por supuesto no seré yo la que capitanee el carnaval de la Vergüenza;... No vale, que el concejal de festejos de Jumilla (Murcia), disfrazado de Virgen, se pasee calle abajo calle arriba por su pueblo, cual costalero y titular fundidos solo en uno se tratase, ¡No vale!

Tampoco me vale el disfraz del costalero la noche de Halloween, y perdonenme, a este hombre, lo ponía yo unas horitas debajo del buque de Santo Domingo, que le calleran los kilos con "La Santa Cena" y pidiera "el cambio" al creerse muerto, esta vez con motivo,¡tampoco vale!.
Ni valen, las fotos en "plan colegeo", a falta de hecharse la mano por encima del hombro. Fotos seudo-épicas con las imágenes que para mi y muchos cristianos y cofrades, son SAGRADAS. ¡No valen!. En ningún caso para mi valen aquellas instantáneas, por artísticas que sean, que expuso Sánchez Ivars... porque la belleza de la mujer que va a ser Madre es mucho más que lo que esa foto viene a decir. ¡En ningún caso vale!

Ni vale el que un reportero Alemán se ría de la Semana Santa Andaluza, en el programa ¡Así nos va! (nunca mejor dicho). Florentino Fernández y Anna Simón, se burlan de los cofrades en un reportaje llenos de mofas y faltas de respeto, (llegan a decir literalmente...."se pelean por deslomarse la espalda para llevar una estatua que podría ir sobre ruedas y luego lloran a moco tendido"), ¡No vale todo para hacer reir, como decía Manu Sánchez!

No vale, el controvertido disfraz de Jesús cautivo, en la cabalgata de carnaval de San Lucar, (¿libertad de expresión o escarnio público, contra los sentimientos religiosos?) ¡No vale!
El derecho penal, protege los bienes espirituales con el artículo 525 del código penal que castiga con pena de multa a los que "puedan ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa haga publicamente [...] ercarnio de sus dogmas, creencias, ritos ceremonias o vejen [...] a quienes profesen o practiquen... Yo no soy Juez, pero lo tengo claro..... ¡No vale todo!
Es necesario respetar lo sagrado del hábito cofrade (entendiendo hábito, como todas las ropas que salen en un desfile procesional), asumir el significado de las mismas y hacer un buen uso del emblema y nombre de la hermandad a la que perteneces, respetando en todos los casos la fe del católico.

lunes, 7 de abril de 2014

EL COSTALERO... ANÓNIMO

Cada día son más.... se creen personas públicas y admiradas por el simple hecho, de llevar una ropa llamada costal. Un estilismo convertido en moda, sin sentido para mi, el asesoramiento en imagen y estética vacío de fe y lleno de lucimiento y ego personal; y repito... cada día son más.
Soy partidaria del costalero aficionado, pero aquella afición que es bien entendida, porque no es mas aficionado el que mas nombres de marchas sabe, o mas trabaja en una hermandad (con el tiempo que ello conlleva y no todo el mundo tiene), o de forma más graciosa cuenta batallitas varias en bares cofrades, ni siquiera es buen aficionado de esto, el que cree que sabe “mucho” y no es capaz de aprender de nada ni de nadie, ni el que quiere imponer su criterio por encima de los intereses generales de la cuadrilla. Parece que la afición se aprende fácil y la devoción se pierde poco a poco.

El costalero que es un buen aficionado, es aquel que se prepara físicamente en la medida de sus posibilidades, que dispone de su herramienta de trabajo ya sea el costal, o la faja y la utiliza en beneficio de su salud, aquel que aprende el oficio en cada ensayo, aquel que sabe cual es su sitio debajo del paso, sin buscar ningún protagonismo... nos olvidamos que nadie es imprescindible, absolutamente nadie y el protagonista siempre está encima. Vivimos en un mundo de apariencias y a veces nos tocan los reflejos de forma que se cuida más la estética que el trabajo debajo de los pasos. Y es que en muchas ocasiones son irrisorias las destacadas indumentarias, olvidándose que no se es mas costalero por llevar colores en los costales, camisetas de tirantes, dobleces en los pantalones, y banderas de España como detalle importante, ni la mecía de los pasos cambiará por dejarse crecer las patillas, curioso....
Lo que si tengo claro es que dicha aficción sin fe, para mi carece de sentido, y no porque cuando merman las fuerzas pienses en Dios y te haga elevarte al cielo (que también, en ocasiones, forma parte del necesario estímulo), o cuando descubres que los limites del esfuerzo costalero son insospechables, sino sencillamente porque sin la fe, nuestro trabajo costalero no tendría ningún sentido. Al menos, yo no me paro y me emociono, viendo como descargan palés del mercadona, cerca de casa, por buen trabajo "mercadonero" que se haga bajo los mismos, inmejorables levantás de pescado fresco que se tercien, y chicotás de frutas y verduras calle abajo. El papel del costalero no es más importante que el de cualquier otro hermano,(tampoco tienen que tener más obligaciones que el resto), por lo que darse aires de grandeza, pensando “ser más que nadie” es un completo error, que por desgracia se sucede repito...cada día más. El costalero debe ser humilde llamarse anónimo y apellidarse de Dios porque nadie debe ser costalero de tal o cual capataz, y cuando no esté "fulanito" tocando el martillo los pasos debieran seguir teniendo los mismos costaleros y demostrar la devoción a sus titulares..

El costalero debe ser un servidor, humilde, obediente, buen aficionado y devoto, esto hará que las hermandades crezcan poco a poco, y tengan sencillamente... Hermanos de verdad.

jueves, 3 de abril de 2014

QUE SEAN MUCHOS LOS TONTOS DE CAPIROTE

A estas alturas me pregunto, como las personas que han ejercido la costalería en este caso, cuelgan faja y costal y agolpan las calles como mero espectador de la cofradía que dicen querer, en lugar de sumarse en filas....a lo largo de estos quince años, les aseguro que han sido muchas las personas que han abandonado esta forma de penitencia y han pasado a pagar una cuota por el simple hecho de mantener un número pero sin procesionar en otra sección; yo no podría hacerlo, a pesar de intentarlo para egoistamente sufrir un poco menos...
Somos pocos los tontos de capirote, que después de las trabajaderas nos colocamos en filas para acompañar a nuestros titulares. Y es que parece que el capirote está en peligro de extinción, y no porque pasemos de los altos cartones pesados, a los libianos capirotes de rejilla sino porque parece que nos da miedo ser motivo de mofa o escarnio por no llevar cincuenta kilos encima (los menos) de nuestros hombros o cervix.

Antiguamente los condenados por delitos religiosos por parte de la Inquisición debían vestir sambenito y capirote para someterse a pública humillación, pero a día de hoy ojalá fuesemos muchos los tontos de capirote, que aburriéramos al espectador y sobre los que se perdiera la vista hasta hallar a nuestros titulares, porque la necesidad de sumar "penitentes" en Granada es imperiosa, sin darnos cuenta, que ellos, son una pieza fundamental de este bendito puzzle devocional y tradicional.

En la actualidad se viven momentos difíciles y recurrimos a la fe, pero curiosamente las filas de nazarenos restan en la mayoría de Hermandades. Y es que el hermano de luz, conforma cuentas con Dios y crea su momento de oración que dura, el tiempo que tarde su hermandad en llegar a la Santa Iglesia Catedral y volver a su templo... y digo esto, porque he sido y me moriré siendo costalera, y nunca me ha gustado el recreo por llamarlo de algún modo del momento de regreso, donde todo está permitido para gozo del costalero y sufrimiento de los que ocupan otras secciones y en este caso en concreto, no me refiero al hermano de luz que no ha tenido oportunidad de ir al servicio durante diez horas, ni comerse un bocadillo en el bar de la esquina, sino a aquellos llenos de sabia nueva, futuros cofrades de nuestras hermandades.

No podemos olvidar que los niños tienen intereses menos trascendentales a pesar de ser en ocasiones mas responsables que algunos mayores, además de cabezotas (que se lo digan a mis padres cuando me empeñaba en subir a San Juan de los Reyes, tiritando de frío y con los labios morados, para ver a mi Señor de la amargura, "guardarse en casa", no era suficiente que mis padres me dijeran que había llegado bien...), ya ven cosas de niñas...

Este año Caridad, tengo un asunto pendiente... rezar rezar y rezar, a la par que memorizar la espalda del Señor de la Lanzada, ese que me dió la oportunidad de llegar a esta Hermandad y realizar estación de penitencia siempre...como él mande, porque a él me debo, porque en él creo.

miércoles, 2 de abril de 2014

LOS PEORES ENEMIGOS DE LAS HERMANDADES, SON LOS PROPIOS COFRADES...

Ya lo dijo en una ocasión Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla... y estoy completamente deacuerdo con ello, los peores enemigos de las Hermandades son los propios cofrades.
Todo sector que reuna un grupo amplio de gente, cada uno de su padre y de su madre, con sus costumbres y manías, con sus diferentes formas de pensar, conlleva las notables asperezas, propias de la individualidad de las personas, sin pararnos a pensar realmente, que la exigencia de las hermandades no es otra que la absoluta Unidad.

Cuando el malestar del cofrade salta a los medios sociales en lugar de quedarse en las casa de Hermandad o en cabildo de Hermanos, le estamos haciendo un mal servicio a nuestra Hermandad. Las disputas serán forzosas, eso quiere decir que la hermandad estará viva, pero si podemos evitar, que se escapen al exterior, creo que la Granada cofrade pintaría de otra manera. .

Por defecto, y según que tiempos, el "granaino" suele ser amigo del critiqueo de la hermandad vecina, del escaqueo de la compañera de trabajadera, del protagonismo de los que mandan los pasos, o de ganar las próximas elecciones, como si de elegir papa se tratase, cuando en realidad debieramos ir todos por un mismo camino, sin zancadillas, ni malas trampas, ni juegos sucios...

Nos centramos exclusivamente en folclore y costumbrismo y olvidamos el sentimiento cristiano y el valiosos instrumento que tenemos de llevar a las personas a la devoción popular. Urgamos en la polémica de la prensa "morada" en lugar de contagiar la pasión y la devoción con el prisma mas humano que pueda haber, que es el del pueblo. ¡Pues no!, nos gusta más la polémica, un quitate tu pa ponerme yo, y un cuadrico y una fotico y un cabildo del que poder hablar y una destitución del capataz y un critiqueo y otro critiqueo con el unico fin de criticar... y es verdad, que también pasa en una peña de fútbol o una comunidad de vecinos, pero hemos de dar buen ejemplo, y hablar de nuestros sentimientos, de lo que queremos a nuestros tituares, porque estamos amando a Dios y a su Madre, y hablar de corazón para que la prensa morada hable de lo bueno que se cuece en las devociones.

Manifiesta el orgullo de pertenercer a tu cofradía.... y como anillo al dedo y al buen entendedor pocas palabras le bastan... siempre CARIDAD