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No
podía ser de otra manera, la
expresión con la que
respondió el Señor de la Lanzada a la Muerte de
Cristo, el pasado
Sábado (
Passio Granatensis), fue la del luto obligado en señal de duelo. El Romano cambio el color de sus plumas y ropajes por el negro como ausencia de toda
impresión. Se mostraba una
carabela bajo los pies de la Sagrada Lanzada
metáfora y
alegoría del triunfo de la vida sobre la muerte y el monte calvario se torno en yedra, cardos y calas rojas en lugar del rojo pasionista al que normalmente nos tiene acostumbrados dicho misterio.
Un
acierto sin duda, en total consonancia con
María Santísima , que porto el Martes Santo su habitual Manto enlutado que a los añejos de esta Hermandad nos apasiona forzosamente, y que curiosamente cuando esta hermandad cumple 25 años ambos pasos se visten de luto, para un
día grande, para un año
magno.
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