




Un palio armado donde los haya (las imágenes son muestra de ello), completo de bordado y orfebrería y con el peso que corresponde, al que debemos toda la admiración en cuanto al andar se refiere, el aplauso merecido para este grupo de mujeres que alcanza el cielo en cada una de sus levantás, y que hoy día es un ejemplo de sacrificio silencioso con el resultado del respeto de todos los cofrades cordobeses.
El Puente Romano que cruza el río Guadalquivir, La Judería y El Patio de Los Naranjos de acceso a la entrada de la Mezquita Catedral, son testigos de la capacidad estética de este cuerpo de hermanas costaleras.
Desde Memoria Costalera, toda mi admiración y el agradecimiento que corresponde a la cuadrilla a mi juicio, referente andaluza, del trabajo costalero femenino.
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