viernes, 12 de febrero de 2010

No hay árbol, que el viento no haya sacudido...


Y tuvo que pasar, en la noche de ayer, en el tercer ensayo del cuerpo de costaleras del Amor y el Trabajo.

Aquel costalero que piense que todos los ensayos salen bien, a mi juicio... poco sincero es, y en este caso no seremos nosotras las que lancemos la primera piedra y sí, por el contrario reconozcamos un ensayo algo más flojo... Es de ley.

Ensayo que comenzaba con temperaturas de 3 grados,y que anduvimos largo por primera vez, hasta casi los jardines del Trinfo. Experiencia igualmente que sirvió, para afianzar a una cuadrilla, que a pesar de la tempestad tuvo tiempo de reírse, cuando los kilos hacían su presencia. Me recordaba a las madrugadas ya vividas de regreso, en estación de penitencia y con la seriedad que ello requiere, lo que me hizo pensar que esta cuadrilla no sólo llegará sobrada sino que será capaz de disfrutar durante todo el recorrido. Cuando lo único que se debía hacer era apretar los dientes y empujar para arriba, se buscaban soluciones para ayudar a aquella que se encontraba más dificultosa, chapó desde aquí a los incansables sufridores que llevamos fuera, que intentaron solucionar problemas a cada chicotá que se presentaba.

Señoras... ayer me enseñásteis que sois una cuadrilla renovada, sin ganas de costeros, o patas varias, y sí, con intenciones sobradas de ayudar a toda persona que merme sus fuerzas bajo un palio pesado "el de ayer, muy pesado". Se demostró sobradamente que existe unión y respeto bajo esas trabajaderas, que la gente sabe reír y a la vez trabajar. Lección de saber estar y sentir familiar.

Cierto es que el resto de ensayos, predicciono más serios y prudentes, pero en mi opinión estos también hay que vivirlos, para estar segura de que cuando hay dificultades bajo palio, tendremos una "hermana" cerca, tan cerca, que de la misma forma sufre debajo, y no piensa en su estado físico sino en el de la de al lado que padece y resiste de igual modo.

Yo creía que en esto de llevar los pasos estaba todo inventado, pero cierto es que ayer, se nos enseñó, que ... pasos que apodamos carichosamente y levantás a pulso de salían de lujo en su primer intento, momentos en los que se anduvo de categoría y otros tantos que era mejor rendirse o reirse como fue el caso... Un ensayo que en lugar de dejar un mal sabor de boca, gustó de compañerismo, y unión entre componentes de las cuadrillas.

Niñas, sois sin duda estupendas, ratonas siempre obedientes cuando de empujar la trasera se trata, disciplinada delantera intentando andar siempre de frente, por repetida que se sea, pateras de lujo, con o sin experiencia, da igual... lo dicho... esta cuadrilla tiene futuro y espero que así se demuestre el ya ansiado Viernes Santo.

Un saludo a todas las privilegiadas, que se colmarán sin duda de Amor y Trabajo.

Y una última cosa... fijaté si fue un ensayo atípico, que hasta mi cámara parecía tornarse de igual modo. Véanse las fotos todas borrosas, y recordar... muy muy importante.... éstas también valen. Carlos, como bien dijístes esto es "peor" que una cuadrilla de chicos, pues debo darte la razón de ahí que tu foto favorita salga en este blog, como fin de esta entrada, jaja... un beso desde aquí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

De estos ensayos también se aprende, la pena es que ayer no pude ir, pero me alegra ver por lo menos las fotos.
Un saludo a todas.

Anónimo dijo...

Vaya por Dios, al final vamos a tener que prohibir las cámaras en los ensayos...jajaja...¡es broma!.
Bueno cuadrilla, ya se os dijo que los ensayos están para mejorar y pulir lo que no sale bien. Los kilos son los kilos, y muchas veces lo único que queda es morder la trabajadera, meter riñones y andar de frente. El Viernes Santo se agradecerá el tiempo invertido en ensayar, el frío, el peso y el sufrimiento.
Animo a todas, a nuevas y a veteranas, porque demostráis unas ganas y una ilusión impresionantes.
Un abrazo.
Carlos.

Anónimo dijo...

Ay!!! Pero que capataz que tenemos!!!... y los "consortes", eh?..jeje