martes, 6 de julio de 2010

NO HAY DOS SIN TRES


Yo no he visto cosa igual, son tres ratonas inseparables, tanto que a veces se te hace difícil verlas cada una por un lado.


De las cosas que más recuerdo de ella, además del lío de nombres, (cosas nuestras) es su asistencia, no faltaba a un ensayo, no se perdía una fiesta, no había día que no estuviera en la Casa de Hermandad compartiendo un rato con los amigos, era incansable, si llovía ella inventaba echar el plástico y para la calle si no podíamos salir del parkin, ya Eli proponía ensayar las levantás allí mismo, que había 10 ensayos (que tiempos y que de ensayos en aquella época, menos mal que hoy día son bastantes menos) ella proponía otro general.


Es impresionante si a alguien le gusta ser costalera es a esta ratona, Carieña de médula y con una columna que por desgracia ya pasa factura, desde aquí, pedirte que te pongas buena, porque eres pieza esencial en este puzzle y ejemplo de asistencia y devoción.

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