miércoles, 3 de abril de 2013

EN GRANADA SE PIENSA CON EL CORAZÓN

El Cecop, ha sido desgraciadamente el gran protagonista en cuanto a la meteorología se refiere de nuestra Semana Santa de 2013 (quedan atrás viejas páginas web aeropuerto de granada u otros... este novedoso sistema, dio con todas y cada una de las predicciones, minutos arriba o abajo) y digo desgraciadamente, porque a pesar de desear con mucha fuerza, que luciera el sol en estas fiestas, la lluvia nos ha ganado el pulso ¡y de qué manera!.

Queda claro que las Hermandades han tenido una difícil papeleta que resolver, pero a mi juicio, se ha pensado más con el corazón, que con la cabeza. Suelo ser bastante empática (poniéndome en el lugar del otro) cuando realizo mis comentarios en este, mi blog, pero hoy voy a ser coherente con lo que pienso y plantearé verbalmente las actuaciones que creo desafortunadas, y de las que he sido testigo, siempre desde la crítica más constructiva.

La mayoría de los cofrades y granadinos hemos estado pendientes del cielo, más que nunca, a la espera radiofónica o televisiva, de fumata blanca, salgo a la calle; fumata negra, me quedo en casa.

A mi juicio es inconcebible errar tres veces en una misma salida de penitencia, pedir alto y claro “¿calma!”, antes de salir a la calle porque se está seguro de que va a llover, permitir nazareno y acompañante con paraguas y brazo alzado como única protección, y mantener recorridos a pesar de las tempestades... inconcebible con todos mis respetos

Plásticos “de pintor” para “cubrir” las imágenes que manejaba el viento a su imagen y semejanza, o más fuerte aún, sin ellos, por esto de ganar tiempo (o no), regodearse en el trabajo costalero entrando en Ganivet mientras la barba del señor sirve de guía para la lluvia incesante de ya más de dos horas continuadas, o la mantilla calada hasta los huesos bajo tres capas de ropa.. inmaduro en cualquier caso.
Locuras en los cortejos, ahora salgo, ahora no, ahora me vuelvo, ahora hago el calcetín, o la espantada... pasos en la calle que anteriormente le habían perdido el respeto a la lluvia, o regresos solitarios en el mejor de los casos... intolerable por lo que puede conllevar
Una desvirtuada Semana Santa, que en ningún caso ha servido para lo que está concebida, o al menos en los casos que refiero.
Creíamos que teníamos una Semana Santa de altura, responsable con sus decisiones, madura, y no me queda más que pensar y refugiarme en que ha sido una mala decisión, o dos o tres, o.... y que de ello aprenderemos, por la conservación de nuestras imágenes y su valía, y sobre todo y más importante por la cantidad de personas, que todavía hoy curan pulmonías, resfriados, o sencillamente malas experiencias, que se podían haber evitado.

Protección, madurez, sensatez y cabeza (que no corazón) es lo que lanzo desde aquí, para que esta semana ocupe el lugar que se merece, para que la imaginería, la talla, la persona, el niño, el anciano, nos dure el mayor tiempo posible y seamos capaces de conservar nuestro patrimonio y llevarlo a la máxima expresión de fe, en el procesionar siempre digno.... Con dignidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El tiempo...ese dichoso factor ambiental que siempre nos juega una mala pasada en una de las semanas más esperadas del año y que ya de por sí se nos hace corta..cuando parece nuestra querida amiga "Borrasca" nos la hace aún más corta...contra este factor no podemos luchar porque siempre hace lo que le venga en gana y sin pedir permiso se nos cuela en nuestra semana grande...una pena.
Esperemos que la semana santa del año que viene podamos disfrutar de nuestras 32 hermandades granadinas por nuestras calles de Granada, con un sol radiante que deslumbre en el rostro de cada uno de nuestros titulares.

Un beso a todos!!
María Hernández