sábado, 24 de mayo de 2008

Un ferial cofrade

Son ya bastantes los años que el Real, el recinto destinado desde 1981 para acoger la Feria granadina en honor del Corpus Christi, emplazado en Almanjáyar, guarda un hueco para que los hermanos de la Lanzada, levanten su Caseta que es el lugar común de la fiesta en Granada, pero un poco a lo cofrade.
Y así, el lunes se inauguraba la "casa de la hermandad con farolillos", el lugar del encuentro de cuantos pasan por el Ferial a disfrutar de un buen baile, una comida entre amigos y un sitio de confianza.

Es el escenario perfecto para la reunión fraterna y dicharachera de las mujeres empresarias, las comidas y cenas de Hermandades amigas como el Nazareno, la Alhambra, la Esperanza, la Cena o los vecinos zaidineros que pasan sin duda por aquí. La Virgen de las Angustias guarda la entrada a la Caseta; la decoración, sencilla, huye de todo tipo de ornamentos que no tienen por qué estar; tal vez por eso, la Virgen del Rocío, en una foto de considerable tamaño, con su candelero y cirio que se ofrenda encendido en cuanto cambia la hora y nace un nuevo día, se convierte en protagonismo.





Todos, juntos, al unísono, cada noche a las 00:00 horas, elevan voces que subrayan que esta es una caseta de cristianos cofrades, de hermanos. Y vamos si lo es: ahí están los amigos de la Resurrección, siempre cercanos a la Lanzada. Al menos, Santi, Salva, José Carlos, José Enrique... y tantos otros, no dudan en buscar un hueco cofrade en una caseta cofrade.

La cocina se convierte en el camerino

improvisado donde se visten de gloria todos los

platos; allí se fabrican desde las frituras de

pescado, a la más gastronómica de las variedades

feriantes; los embutidos de Granada, las tortillas

caseras, las ensaladas para los quisquillosos de la
dieta, las carnes...


Y delante de la barra, una legión de hermanos dispuestos a cooperar en todo, a que se haga verdad el sueño de la Casa de Hermandad, que sea posible un digno lugar de salida para nuestros Titulares; de eso saben Javi, Macarena, Antonio...

Pero tan importante es los que se ponen la camiseta azul de trabajo, como los que se sientan frente a las mesas del módulo para darle color y sabor a la caseta; siempre dispuestas al consumo, a la tertulia, al baile, a darle alegría a esta casa, que es, durante una semana, la de toda una Hermandad, todo un barrio y todos los cofrades de Granada, en nuestro Recinto Ferial granadino.
Ha sido un feliz Corpus, una excusa, por qué no, para vernos más...
A cuantos habéis hecho posible que la Lanzada levante su "casa en la feria", gracias.... Y cuantos nos visitásteis, si el Señor Traspasado y su Madre Caridad quieren, hasta el próximo año.

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