lunes, 10 de marzo de 2008

SOLEMNE VÍA CRUCIS DE LA HERMANDAD DE LA LANZADA

El día 8 de Marzo a las 20:00 horas, la Hermandad de La Lanzada y otros muchos creyentes, tuvimos el honor de presenciar en nuestra sede canónica, el Templo Parroquial de Nuestra Señora de los Dolores, la celebración del acto, sin duda después de la salida procesional, más impactante y señero, que tiene lugar en el seno de esta COFRADÍA; el Solemne Vía Crucis con el Santísimo Cristo y Titular, en andas, por las calles de las que Él es Señor.

Sin desmerecer al resto de actos, la representación de fieles en este día del Vía Crucis habla por sí solo.
En la Iglesia, más llena que nunca (o al menos así lo ha sido hasta ahora), se congregaban cuantos cristianos devotos, con un fin común, y estremecidos con la talla portentosa del Señor, procuraron la buena marcha del piadoso ejercicio del Vía Crucis; y hacer uso de un beso, en este caso para ir a descansar en los pies de esta Sagrada Imagen.







Permítanme el comentario...

Había que respirar antes...










Acabada la misa, se inicia El Vía Crucis. Mas de cincuenta eran las velas que alumbraban a la Sacrosanta Lanzada, y antecedían, como ha de ser, y dispone la liturgia, cuatro ciriales y dieciocho concretamente las costaleras que portaban por vez primera esta imagen. Caras embargadas de orgullo y respeto por tener cerca a Dios.

Tuvieron entonces la oportunidad de portar en la apertura del acto a nuestro Titular toda aquella hermana que empezaba el ejercicio costalero en este curso cofrade.

El Señor de la Lanzada , en la mitad aproximada de su recorrido, pasa a ser abrazado y mecido esta vez, por “sus costaleros”, los que lo portan en la salida procesional del Martes Santo. Ya en la Iglesia, apellidos veteranos de esta hermandad, (Peláez o Beltrán) también fueron portadores de su devoción.
Finaliza el acto con un emotivo besapie, siendo muchas las personas que se agolpaban en la iglesia para acercarse al Titular de nuestra Hermandad.

El primer beso vino de la mano del que comanda como Capataz General: Pepe Tapia, que tanto al inicio del Vía Crucis, como al finalizar, tuvo un detalle que a mi parecer, es necesario destacar en este blog. Mientras todos los feligreses besábamos los pies del Cristo, él lo hacía en la herida perpetua de su costado, que es el símbolo de su Venerable Lanzada.

Ancianos que forzaban su vieja columna e inclinaban la cabeza con mermada capacidad y con todo el esfuerzo que demandan los años.

Costaleras, hacían lo mismo, pero con otra muy distinta dificultad, la de no estremecer al besar los pies de Dios. Santísimo Cristo de la Lanzada.


Como costalera de honor, en la finalización del acto, se premió a Susana Rodriguez. Su veteranía, su cariño desmedido a esta Hermandad, su delicado saber cofrade y todo el amor que pone en esta cuadrilla, han sido méritos suficientes para este nombramiento. Enhorabuena costalera.

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