viernes, 28 de marzo de 2008

PARA VOSOTRAS








He querido que este apartado, sea el que demuestre la verdadera familia que ya había y que sigue creciendo cada año en el cuerpo de costaleras de la Hermandad de la Lanzada. Más de cien mujeres, son las que portan el palio de María Santísima, todas con un mismo objetivo, y con una virtud muy definida "Caridad".

Las niñas de esta cuadrilla tienen fuerzas para reir bajo la trabajadera incluso después de largas chicotás de ensayo una vez arriado el paso, y tampoco quieren dejar de hacerlo fuera de ella porque el significado de todo esto, es evidente para nosotras. Son fotografías que reflejan el cansancio, la bien estar entre amigas, y el principio fundamental de cualquier cuadrilla, que bajo mi humilde punto de vista es el de "Hacer Hermandad".
Muchas de las que integramos esta familia hemos incluso buscado la cámara, para inmortalizar los ensayos de este curso cofrade 2008 que sin duda han sido generosos para nuestra Hermandad. Un año de tránsito, de mejora, un año que ha andado con paso decidido hacia un futuro mejor.
Las muchas horas de ensayo han dado lugar, a momentos de preocupación, de entusiasmo, de temor para aquellas que por primera vez se metían debajo de un paso... situaciones de pretensión por reir con una u otra amiga, o sencillamente por estar con aquellas a las que hacía tiempo nos veías. Motivos todos válidos para formar, esta familia a que hacía referencia al principio de la entrada.
Las cámaras que han inmortalizado estas imágenes, han pasado por diferentes manos, y la que ha querido, ha sido fotografiada algunas incluso posábamos, muestra del humor que colocábamos en cada ensayo. Es verdad que no sale demasiada gente, aunque espero enmendar este descosido el año que viene, es más; desde aquí decir, que si alguna tiene fotos de ensayos y demás me las puede enviar al correo, que con satisfacción se mostrarán este blog, que es el de todas.














Ha habido tiempo, incluso de comer churros, mientras el equipo de priostía montaba el paso de palio y se probaba el movimiento de los varales, incluso, hemos estremecido con alguna marcha dedicada, o álguna que otra chicotá queriendo estar ya en Martes Santo.



No sólo hemos seguido creciendo en cuanto al número de personas que se suman a la cuadrilla, sino que amigas, las cuales, por problemas de distancia, no han podido en alguna ocasión procesionar fisicamente, han vuelto al sitio donde deben de estar, que no es otro que debajo de la Madre de Dios. Permitidme esta particular dedicación, porque ha sido ella... Desiré, una de las personas que más ha aportado debajo de esta cuadrilla, ha sabido decir una palabra poderosa, cuando las niñas estaban agotadas mentalmente, ha querido ser una hermana más, tanto dentro como fuera del paso, ha demostrado querer a la Caridad, y querer a los que la enseñaron a quererla. Ha sabido acoger a cada una de las personas que se incorporaban, ha apoyado siempre a los capataces, a sido en resumen, una costalera incondicional y desde aquí hacerle llegar el cariño tan especial que le tengo.


En entradas anteriores os daba la enhorabuena por la estación de penitencia, y en este apartado os quería hacer llegar mi mas sincera gratitud para todas.









Las noches de ensayo como se pueden ver, ademas de ser bastante risueñas, han sido muy frías, véase, a Verónica (costalera también del Cristo de la Meditación) con la capucha de pelos, y arropada hasta arriba para combatir la temperatura. Menos mal que el esfuerzo bajo el paso compensaba alternativamente a las cuadrillas.




Todo es mejorable, pero para mi, sin ninguna duda este año, será con mucha diferencia inolvidable por como se ha desarrollado todo. Admirable el trabajo realizado por cada una de vosotras en los ensayos y aunque la participación en otros actos de la Hermandad no hayan sido muy bien acogidos por nosotras, tirense todas (yo también) un tiron de orejas, y pensad que el año próximo se puede mejorar la asistencia a este tipo de sucesos.









Demostrada queda nuestra labor como costaleras debajo de María Santísima de la Caridad, luchemos ahora por nuestra aportación a la iglesia como mujer cristiana además de cofrade






Mientras hacíamos tiempo esperando la orden de entrada debajo del paso, nos quedaba incluso tiempo para hacer alguna que otra llamada con el móvil avisando que el ensayo se alargaba más de la cuenta, jeje













La primera trabajadera tiene la ventaja de apoyarse en la zambrana, mientras el resto nos queda poner el trasero en el asfalto, je.




Él también ha hecho posible el sueño de todas. Paco Carrasco, Raúl, Alberto, y Pepe Tapia, también han pasado frío, han llorado y han reido..









lunes, 24 de marzo de 2008

ENHORABUENA HERMANOS


A todos los integrantes del cuerpo de costaleros del Santísimo Cristo de la Lanzada y María Santísima de la Caridad, por el buen hacer en la Estación de Penitencia del presente año, gracias..
Por el excelente comportamiento de todo el cortejo, la buena disposición de cada integrante y la unión y el respeto mostrado debajo del paso de María Santísima de la Caridad, gracias.
A cuantos hermanos hicieron Estación de enitencia y cumplieron así con las Reglas de esta hermandad, gracias.
Porque todo esto empezaba cuando la Cruz de Guía pisó los suelos del Zaidín la tarde del Martes Santo de 2008, y de qué manera... El cortejo, algo más amplio que en años anteriores, vistió túnica nazarena blanca y antifaz morado para abrirse camino desde el interior de la Parroquia de los Dolores. Insignias perfectamente colocadas, cirio en mano, e incienso y flor, olores característicos de nuestra Semana Grande dieron paso en primer lugar al Titular de la Hermandad, antecedido por los cuatro ciriales. El cuerpo de costaleros rezó debajo del paso, antes de elevar al tirón suave al Santísimo Cristo de la Lanzada que asomó con paso tímido pero firme para mostrarle a todo un barrio, la portentosa hechura que le concedió el arte. Sobre un calvario de clavel rojo, cuya vista se perdía para recuperar la belleza floral al pie de la cruz, con un entramado de rosas en color violeta, perfectamente mezcladas con otra rosas del color de la pasión aunque en menor número y cera morada que cobijaron los guardabrisas del paso, la talla dorada de sus andas recorrieron Granada.








El acompañamiento musical lo hacía este año La Banda de Jesús Despojado, a la que desde aquí doy también gracias por la armonía que otorgaron, deleite y admiración de la que escribe.




Una segunda levantá al cielo "con lo que es del cielo", anunciaba la preparación debajo de Nuestra Señora de la Caridad de la cuadrilla baja (candelería), encargada este año de realizar la Salida. Levantá a la gloria, y andar elegante fue la presentación de María Santísima al barrio zaidinero. Una mecía selecta, característica del andar costalero de la mujer bajo palio, fue el sello en esta ocasión de todo el procesionar.
"Caridad Zaidinera", marcha creada por el maestro Barros Jódar e interpretada por la Banda de Música de Aznalcóllar venida de Sevilla, tomó el protagonismo tras el Himno Nacional. Y un palio que supo mecerse desde su salida, lo hacía a los sones de "Reina de Triana", para acabar la primera chicotá con "Encarnación Coronada".

Por tres cuadrillas, que suponen 108 hermanas, se forma el paso de palio, que a pesar de sus casi 10 horas en la calle, no flaquea en fuerzas ni pierde el ritmo en tan largo camino. Y es que hubo sensación de que se hizo corto, tan bien se encontraron el más de centenar de costaleras.
Desde el primer día de la creación de este blog, se ponía un espejo que reflejara cuanto se vive en torno al paso de palio de la Madre de Dios de la Caridad, pero también de su Hermandad.
"Memoria Costalera" quisiera dar las gracias a la cuadrilla pequeña por el ejemplo demostrado bajo palio, por el respecto hacia la devoción y el sentido con el que dísteis cada paso, gracias por el compañerísmo que allí se halló, por el buen ambiente vivido, y por compartir cada dolor y sufrimiento de todas nosotras, gracias por querer Caridad, gracias por derramar arte por los cuatro "costaos", gracias por ser valientes, por ser mujeres, gracias por ser costaleras de María Santísima.
Tuve también el privilegio de alargar mi penitencia y procesionar un rato más con la cuadrilla mediana (peana), una cuadrilla muy nueva, compuesta por costaleras con pocos años de experiencia y que el esfuerzo tan tremendo que hicieron muchas de sus componentes, y las compañeras que ayudaron a la cuadrilla cuando hizo falta la dotaron de la gracia especial y el cariño conque supo trabajar.
y mencionar especialmente a una amiga y hermana, que con mucho esfuerzo consiguió ganarse a la gente con palabras de oro y que en ningún momento dejó venirse abajo a ese joven cuadrilla... Eso, Rocío, es ser costalera. Desde aquí mi enhorabuena a esa cuadrilla, animarla para que siga muchos años más, y de ese modo veteranas como la que escriben puedan decir dentro de algunos años que compartieron trabajadera con la que en un futuro irán debajo.
De la cuadrilla alta (varal), que aunque no tuve el honor de meterme debajo, lo que ví es justo. El puente más elegante que se haya visto en toda la Semana Santa, se iniciaba con Madre Hiniesta, una marcha de categoría para una cuadrilla de aún más categoría, para romper con Palio Blanco y demostrar la finura y la elegancia de la mujer costalera.

A cuantas personas no han podido realizar Estación de Penitencia de la manera que a ellos les hubiera gustado, por todos aquellos que lo han vivido desde otra perspectiva y los que sueñan con estar en 2009, gracias también, porque estuvísteis con nosotras todo el camino. Aquí se hace imagen la figura de Beatriz, Capataz del Cristo de La Meditación y costalera de María Santísima de la Caridad, cantándole una saeta, a nuestro Titular, el Santísimo Cristo de la Lanzada.

Queriendo que esta entrada sea de todas, espero publicar por tanto, si así lo queréis las vivencias costaleras de cada uno de los hermanos que componen el cortejo.







domingo, 16 de marzo de 2008

DOMINGO DE RAMOS



Un año de espera, de ilusiones, de devoción, de visitas a nuestros Sagrados Titulares, de ensayos, pregones, Cultos, carteles, conferencias, Vía Crucis, Traslados, y de sueños... De muchos sueños que mañana, a las 16:30, se cumplen en el mismo instante en que la Cruz de Guía de la Hermandad de la Entrada, cruce la puerta del Santuario de los Redentoristas.
A lo largo de ocho días, toda Granada (porque la ciudad entera se transforma, parece que volviese a renacer), que los cofrades reinventamos siempre un Domingo de Ramos, que los cofrades hacemos distinta, aplaudirá, se hará el silencio en sus calles, la saeta en sus balcones, el llanto entre los suyos y la fe por bandera.

Mañana, se estrena la más honda, larga, popular y emotiva tradición de los granadinos, con cinco siglos a sus espaldas, con miles de personas tras de ella, un teatro sagrado de devoción y de arte, que no tiene, ni por asomo, comparación con otras.

Mañana, desde este mismo instante en que escribo, ya Domingo de Ramos, 21.000 cofrades, más de 400.000 espectadores, los que heredamos de nuestros mayores todo esto, y los niños, revuelo de júbilo, de sorpresa y de emoción, darán vida a las jornadas cofrades, a las Estaciones de Penitencia.

A todos los granadinos, a todos los que lean allá donde estén, este rincón de costalería, FELIZ SEMANA SANTA 2008.

lunes, 10 de marzo de 2008

SOLEMNE VÍA CRUCIS DE LA HERMANDAD DE LA LANZADA

El día 8 de Marzo a las 20:00 horas, la Hermandad de La Lanzada y otros muchos creyentes, tuvimos el honor de presenciar en nuestra sede canónica, el Templo Parroquial de Nuestra Señora de los Dolores, la celebración del acto, sin duda después de la salida procesional, más impactante y señero, que tiene lugar en el seno de esta COFRADÍA; el Solemne Vía Crucis con el Santísimo Cristo y Titular, en andas, por las calles de las que Él es Señor.

Sin desmerecer al resto de actos, la representación de fieles en este día del Vía Crucis habla por sí solo.
En la Iglesia, más llena que nunca (o al menos así lo ha sido hasta ahora), se congregaban cuantos cristianos devotos, con un fin común, y estremecidos con la talla portentosa del Señor, procuraron la buena marcha del piadoso ejercicio del Vía Crucis; y hacer uso de un beso, en este caso para ir a descansar en los pies de esta Sagrada Imagen.







Permítanme el comentario...

Había que respirar antes...










Acabada la misa, se inicia El Vía Crucis. Mas de cincuenta eran las velas que alumbraban a la Sacrosanta Lanzada, y antecedían, como ha de ser, y dispone la liturgia, cuatro ciriales y dieciocho concretamente las costaleras que portaban por vez primera esta imagen. Caras embargadas de orgullo y respeto por tener cerca a Dios.

Tuvieron entonces la oportunidad de portar en la apertura del acto a nuestro Titular toda aquella hermana que empezaba el ejercicio costalero en este curso cofrade.

El Señor de la Lanzada , en la mitad aproximada de su recorrido, pasa a ser abrazado y mecido esta vez, por “sus costaleros”, los que lo portan en la salida procesional del Martes Santo. Ya en la Iglesia, apellidos veteranos de esta hermandad, (Peláez o Beltrán) también fueron portadores de su devoción.
Finaliza el acto con un emotivo besapie, siendo muchas las personas que se agolpaban en la iglesia para acercarse al Titular de nuestra Hermandad.

El primer beso vino de la mano del que comanda como Capataz General: Pepe Tapia, que tanto al inicio del Vía Crucis, como al finalizar, tuvo un detalle que a mi parecer, es necesario destacar en este blog. Mientras todos los feligreses besábamos los pies del Cristo, él lo hacía en la herida perpetua de su costado, que es el símbolo de su Venerable Lanzada.

Ancianos que forzaban su vieja columna e inclinaban la cabeza con mermada capacidad y con todo el esfuerzo que demandan los años.

Costaleras, hacían lo mismo, pero con otra muy distinta dificultad, la de no estremecer al besar los pies de Dios. Santísimo Cristo de la Lanzada.


Como costalera de honor, en la finalización del acto, se premió a Susana Rodriguez. Su veteranía, su cariño desmedido a esta Hermandad, su delicado saber cofrade y todo el amor que pone en esta cuadrilla, han sido méritos suficientes para este nombramiento. Enhorabuena costalera.

ÚLTIMO ENSAYO, 7 MARZO 2009

A las puertas del Martes Santo, se efectúa el último ensayo de las costaleras Virgen de La Caridad, de una manera muy especial y afectuosa.

Parecía oler todo a incienso. La Casa de Hermandad de la Cofradía de los Estudiantes, donde agradecida esta cuadrilla guarda la parihuela de ensayo durante los meses previos a la Semana Santa, se convertía imaginariamente en la inmaculada carpa (espero por muy poco tiempo, y como última salida) que antecede a la puerta de la Iglesia. Era tal la impaciencia que creímos escuchar por primera vez sin ser Martes Santo, doce varales mover la oscura bambalina; los alrededores de la Hermandad Salesiana, se hirieron tribuna en más de una ocasión, y la cuesta lateral de este centro educativo se convirtió en la “Rampa de Catedral” y en general, el barrio del Zaidín, se hizo más barrio este día.

El mejor ensayo sin duda en este curso cofrade del cuerpo de costaleras, "chicotás" de altura para La que no se merece menos, la Madre de Dios, Caridad Zaidinera para el barrio en forma de música y el calor especial de su gente alrededor del que sería , el último ensayo.

Con más empaque que nunca, más fuertes que ningún día, con acierto en cada marcha, y con plena devoción al trabajo que se realiza, la cuadrilla demostró una vez más que la mujer es necesaria en la Granada cofradiera.
En el entramado de tablas que oculta el oscuro cielo del tablero, se respiraba el entusiasmo de las costaleras que vivían este momento por primera vez, así como la satisfacción de las más veteranas al ver que todo marchaba, sencillamente como tiene que ser.

Con la concentración necesaria a la hora de trabajar las marchas, con un número importante de kilos, preparando una salida mas liviana y conscientes de la ansiada llegada de la Semana Grande, fue un ensayo donde primó el silencio y el buen hacer así como el compañerismo y hermanamiento de todas.

Señoras... gracias por este ensayo.

miércoles, 5 de marzo de 2008

GAYO CASIO, LONGINO O LONGINOS


En el último capítulo del Evangelio según San Juan se narra la historia del soldado que atravesó el costado de Jesucristo con una Lanza. El nombre de este soldado era Gayo Casio, y asistió a la crucifixión como representante oficial del procónsul, Poncio Pilatos. Las cataratas que tenía en los ojos impedían a este veterano soldado tomar parte en las batallas con su legión, y en lugar de ello, se ocupaba de informar acerca del panorama político y religioso de Jerusalén.
Durante dos años, Gayo Casio había observado e investigado las actividades de un tal Jesús de Nazaret, que más que decía ser, llamaban el Mesías del pueblo de Dios. Daba la impresión de negar la autoridad de la ocupación romana de Israel.

El centurión romano observó como los legionarios llevaban a cabo la ejecución de Jesucristo y al igual que ellos, se sintió impresionado por la valentía, la dignidad y la compostura del nazareno en la cruz. Isaías había profetizado en relación al Mesías: «No se le romperá hueso alguno». Anás, el anciano consejero del Sanedrín, y Caifás, el Sumo Sacerdote, pretendían mutilar el cuerpo de Cristo a fin de probar ante el pueblo que Jesús no era el Mesías, sino un simple hereje y un potencial usurpador de su propio poder.
Las horas pasaban y este hecho les proporcionó la excusa que necesitaban, ya que Anás era una autoridad en lo que a la ley se refiere, y la ley judía decretaba que ningún hombre debía ser ejecutado el día del Sabbath. Sin pensárselo dos veces, solicitaron a Poncio Pilatos que les concediera la autoridad para quebrar los huesos del hombre crucificado, a fin de que muriera el viernes, a la hora que los romanos llamaban "Nona". Sostenemos que debiera ser un 5 de abril del año 33, a las 3 de la tarde.


Al objeto de cumplir este propósito, un grupo de la guardia del templo fue enviado al monte del Gólgota, nombre que significa Monte de la Calavera. A la cabeza del grupo, el capitán llevaba la Lanza de Herodes Antipas, rey de los judíos, la cual constituía el símbolo que confería autoridad para llevar a cabo la misión encomendada; sin ella, los soldados romanos no le hubieran dado permiso para mover un dedo por los hombres cuando llegó al lugar de la ejecución.
Fineas, el anciano profeta, había mandado forjar dicha Lanza para que se convirtiera en el símbolo de los poderes mágicos inherentes a la sangre de los Elegidos de Dios. Ya se había convertido en un antiguo símbolo de poder alzada en la mano de Josué, cuando éste ordenó a sus soldados lanzar el gran grito que derribó las murallas de Jericó. El rey Saúl arrojó la misma Lanza a David en un arranque de celos.

Herodes el Grande había sostenido esta insignia de poder sobre la vida y la muerte cuando ordenó ejecutar la masacre de bebés en Judea en un intento de eliminar a Jesús, que crecería y sería nombrado «Rey de los Judíos». En el momento en que los enviados del Templo de Jerusalén se dirigían al Gólgota, llevaban la Lanza en nombre del hijo de Herodes el Grande, en calidad de símbolo de la autoridad para quebrar los huesos de Jesucristo.

Cuando el grupo del templo llegó al escenario de la crucifixión, los romanos se volvieron de espaldas manifestando su repugnancia. Tan sólo Gayo Casio fue testigo de la escena en que los soldados aporrearon y aplastaron los cráneos y los miembros de Gestas y Dimas, los ladrones que estaban clavados en sendas cruces levantadas a ambos lados de la de Jesucristo. El centurión romano se sintió tan espantado ante la brutal mutilación de los cadáveres de los dos ladrones y tan conmovido ante la resignación humilde y valerosa de Cristo a la crucifixión que decidió proteger el cuerpo del nazareno.



El centurión guió a su caballo hasta la gran cruz del centro y clavó la Lanza entre la cuarta y la quinta costilla del nazareno. Esta forma de clavar la Lanza era la que se empleaba en el campo de batalla cuando querían asegurarse de que un enemigo herido había muerto; porque la sangre no fluye de un cuerpo sin vida. Aun así «seguidamente salió sangre y agua», y en aquel instante milagroso en el que fluía la sangre redentora del Salvador, los ojos enfermos de Gayo Casio quedaron curados por completo.



No se sabe si el veterano oficial arrebató el talismán del poder de las manos del capitán israelí para hacer lo que hizo, o si llevó a cabo esta acción de misericordia con su propia Lanza. No hay prueba histórica alguna que deje constancia del arma que utilizó para cumplir sin darse cuenta la profecía de Ezequiel: «Verán al que traspasaron».

En el Templo, donde Caifás y Anás esperaban noticias acerca de la mutilación del cuerpo del Mesías, el Velo del Santo de los Santos fue rasgado de arriba abajo para poner al descubierto el Cubo Negro del Antiguo Testamento, cuyos bordes se estaban agrietando para tomar la forma de la cruz. El culto sin imágenes a Jehová había terminado; comenzaba la religión de los «cielos abiertos».
La Lanza, como un catalizador de la revelación, constituía la prueba viva de la resurrección, ya que la herida física producida por su filo había cicatrizado misteriosamente cuando Jesucristo resucitado se apareció a la visión de sus apóstoles reunidos. Tan sólo el escéptico Tomás, que confiaba únicamente en las apariencias exteriores de la visión física, fue incapaz de percibir al Dios-Hombre que había traspasado puertas cerradas para aparecérsele.



«Entonces Él dijo a Tomás: "Trae tu mano aquí, mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente"».
Dado que las heridas terrenales y las señales de los clavos aparecían en el Cuerpo Fantasma de Cristo resucitado, los primeros cristianos creían que si sus huesos hubieran sido clavados a la cruz la resurrección tal como la conocemos no podría haberse llevado a cabo; ya que éste es el significado que atribuían a las enigmáticas palabras de Isaías: «No se le romperá hueso alguno».

A Gayo Casio, que había llevado a cabo un acto marcial con la compasiva intención de proteger el cuerpo de Cristo, se le empezó a conocer con el nombre de, Longino, el hombre de la Lanza. Se convirtió al cristianismo, y los primeros miembros de esta religión en Jerusalén empezaron a venerarle como héroe, como santo, y como testigo principal del derramamiento de la sangre del Nuevo Testamento, del cual se convirtió en símbolo.

Se dijo que durante un instante tuvo en sus manos el destino de toda la humanidad. La Lanza que había clavado en el costado de Cristo se convirtió en uno de los tesoros más preciados del cristianismo, y el halo de la leyenda rodeó a esta arma, en la que más tarde se colocó uno de los clavos de la cruz.

La leyenda creció más y más y cobró fuerza con el paso de los siglos. Se decía que cualquiera que poseyera la Lanza y comprendiera los poderes a los que servía, tendría el destino del mundo en sus manos para lo bueno y para lo malo.

domingo, 2 de marzo de 2008

TERCER ENSAYO, 29 FEBRERO 2008

El pasado viernes último día del mes de Febrero tuvo lugar el ensayo general de la cuadrilla del palio de María Santísima de la Caridad, donde demostró una vez más que estas más de cien costaleras tienen mucho que decir en cuanto al andar costalero, un ejemplo de elegancia y buen hacer. En esta primera imagen vemos como el capataz que dirige al paso de palio, realiza la correspondiente "llamá". Las niñas, costaleras, dispuestas, muy atentas y preparadas al "a esta es" para levantar con fuerza y por parejo, todas al unísono.
La trasera también pendiente para no coger ventaja, y que la levantá vaya al cielo. Se deja entre líneas ver la tensión de la proximidad de nuestra Semana Grande, pues la espera es cuanto menos este año más expectante que nunca, ya sea porque la salida procesional del año anterior se viera truncada, o por qué no, las ganas y la devoción, que van cogidas de la mano. Pareciera (que no sirva de precedente) que todo nos hace algo más optimistas en este 2008, a pesar de que los pronósticos del tiempo no son demasiado halagüeños.

El costero más valiente de esta cuadrilla es, sin ningún lugar a dudas, el derecho. En él está la gente más entregada de esta cuadrilla, devotas que recuerdan continuamente que "la fe no pesa", y que mantienen el pilar de su devoción, recto, con la intención de tocar el cielo para no vencer sus rodillas. El segundo capataz, vigila la colocación debajo del paso de sus costaleras, y en este momento habla con la delantera, dando alguna indicación para una mejor "mecida". Curro Carrasco observa que las cabezas están alineadas y en correcta posición, mientras el resto de componentes de la costalería, escuchan atentas sus indicaciones. Eso sí, las manos en los bolsillos, porque aunque estamos casi en primavera, la noche en Granada es muy fría, aunque debajo del paso, no podemos decir lo mismo.

Por ser el penúltimo ensayo el peso fue mucho mayor, y aunque los kilos estuvieron muy presentes en determinados momentos, la cuadrilla se mantuvo siempre en su sitio, que aquí se pueden ver prefectamente en las líneas que determinan los espacios debajo de la parihuela de ensayo. El ensayo duró entorno a las cuatro horas, y el cansacio se palpaba según iba trascurriendo el tiempo. Pero esta cuadrilla es consciente de que su recorrido procesional es largo, (superior a once horas) y que si Dios quiere, el año que viene será aún más extenso (¡qué nos ha tardado en llegar un sitio digno para Ellos!), de modo que basta con una palabra de ánimo para que todos los cuerpos se vengan arriba y la sensación sea la de disfrutar debado de la Madre de Dios. El costero izquierdo de la cuadrilla de la "igualá" alta, muy atento a la mecida, agarra la zambrana para controlar de mejor modo el movimiento.

La persona que controla la derecha atrás Raul, pendiente de su cuadrilla. Sus palabras de ánimo en los momentos más duros de la salida procesional han sido imprescindibles para las "pateras"; él fue quien nos bautizó con el nombre de "Poetas de la Trabajadera".

Nuestra vocal de cultos, Pilar, incansable trabajadora e inagotable devota de la Virgen de la Caridad, se concentra en el duro trabajo que se le viene. A su lado, una nueva incorporación a la cuadrilla, muy integrada con la Hermandad y con muchas ganas de "ser costalera".

LLeva años intentando pertenecer a esta cuadrilla, pero su estatura se lo ha impedido. Este año podrá realizar alguna "chicotá".

<> es la más alta de cuantas igualan en el paso de la Virgen zaidinera. Una lesión en su tobillo, le ha impedido estar debajo del palio en los últimos años, pero siempre nos ha acompañado y no ha cejado ni abandonado la Estación de Penitencia...al lado de nosotras. Esa noche hacía su primer ensayo.