viernes, 5 de marzo de 2010

LA CABEZA... TAMBIÉN JUEGA UN PAPEL IMPORTANTE

El ensayo comenzó tarde... era día de reparto de zapatillas de salida y de recordatorio de todos los actos que tiene la Hermandad, motivando entre tanto, la importancia que tiene participar en las actividades que se organizan, para mejorar la situación económica de la corporación, así como para reforzar lazos de unión, entre sus componentes. El ensayo, bajo mi humilde punto de vista, no fue positivo en cuanto a la estética del paso se refiere, pero sirvió, y de qué manera, para darnos cuenta de que la cabeza juega un papel importante en el buen hacer del andar costalero.

Las ganas de traer un ensayo sobrado de ilusiones, hizo por el contrario que en cuanto se torció el camino, fuésemos capaces de ver el final del mismo. El avance también se consigue cuando somos capaces de corregir la senda y así se hizo, mejor o peor, pero con la capacidad de rectificación y cambio y con la suficiente fuerza que hizo que el sabor de boca final, no fuera del todo malo...


Soy una persona quizás demasiado perfeccionista, por mi profesión, supongo, soy muy estricta en cuanto a posiciones bajo el paso se refiere y como jefa de cuadrilla me considero una informadora de ilusiones que intenta trasmitir emociones debajo del paso. Bajo mi punto de vista, no es suficiente el esfuerzo que hacemos, si en lugar de vivir el anonimato pudiéramos asomar la cabeza por un hueco del respiradero y ver a la abuelita que mira con los ojos humedecidos pidiendo Amor y Trabajo para sus hijos. No es medible el sacrificio que se respira debajo, si pensamos en los que no quedan e intentamos tocar el cielo, y con los pies en la tierra, nunca con las rodillas, es necesario no venirse abajo nunca, ni el peso de la madera de la parihüela, ni el peor de los motivos personales nos deben vencer, ni la impotencia de no poder, ni la injusticia de cederle mi peso a la compañera... Señoras la fe no pesa... no me cansaré de decirlo y desde este humilde blog referir que en esta cuadrilla hay muchísima fe, digánselo a Cristina, ferroviaria por los cuatro costaos, hermana costalera y más que hermana, que mudó en palabras, cuando le pedí me repitiera bajo el paso, y que sacando fuerzas del corazón en este caso, pudo repetir como la Madre de Dios se merece, con una voz firme y decidida que convenció al que la escuchara, valiente, como es, esta cuadrilla, luchadora como demostró Carmen en su momento y que apuesta por la mejora como ha manifestado su Junta de Gobierno tantas veces.

Si me permiten un consejo, cogido de un muy buen amigo mío, maestro a mi juicio de capataces, la buena costalera es la que tira para arriba y siempre anda de frente, aplicable en todos los aspectos, sólo nos queda "Buena Muerte" debajo del paso.

P.D Los calcetines, improvisados en cualquier caso, fueron pocos adecuados para el ensayo y aunque las risas fueron más que notables, por favor, calcetines negros el día de la salida y ningún comentario al respecto, y siempre en anonimato, jeje.

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